miércoles, 10 de octubre de 2007

GUAYABA AMOR

Nadie sabe
cómo has llegado.
No fue en semilla
sino…¿en flor?

Al arribar
a esta tierra
que no era tuya
con tus cinco brazos
te arraigaste.

Alguna vez
pensé arrancarte
pero tú…
con tu presencia
y tu sonrisa
en flor
te sujetabas.

Otra vez
pensaste irte
pero yo…
con mi riego
y mis cuidados…
¡Te quedaste!

Después…
bebí de ti.
Recuerdo
que en un tiempo
tu energía
se concentró
de tal forma
que uno,
un sólo fruto
me obsequiaste.

Llegué a tus ramas
y tomándote del talle
arranqué
el fruto sazonado
que en blancura
y rosa
me entregabas.

Fui paciente:
la era había
germinado.
Cada mañana
te regaba
cada tarde
te cuidaba.

Y otra vez
el riego
el ruego
la espera
el fruto:
lo bebía
angustiado.

Tus ramas
fueron creciendo
tus llamas
fueron
aumentando.
Mis cuidados
se avivaron
mis afanes
se multiplicaron.
Después…
el después no llega
tendremos
que esperarnos.

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