lunes, 15 de octubre de 2007

ERRANTE

A mis siete hermanos*


Siempre me he preguntado
de dónde me viene
lo aventurero de amor,
lo trashumante de caricias,
lo pirata de dolor,
si yo, sólo
en barco de papel,
en avión de primaria,
en cohete de oropel
he bajado
amores a granel,
¿de dónde, entonces,
me viene lo trashumante
de placer?
¡Ah! El dolor de mi madre.
El placer de mi padre.
¡De mi infancia…lo errante!

Con nuestros bártulos
a cuestas,
de la Independencia
-despertando estrellas-
hasta la casa del río
dos hermanos
abriendo brecha.

De la ribera
-ya cuatro abriles-
toreando, con sábanas,
lunas y luceros
a la 16 de Septiembre
en el cubrir de la bruma.

Allí tres años
y ya seis hermanos.
Con ciclones
llegué como extraño
y si no partí
con los vientos
fue porque nómadas
saltamos a casa de Beto.
Y con brinco de luna
y salto a confidente
nos llegó el octavo
Duquito-benjamín
en noche de relente.

Y nuevamente de
Morelos a Hidalgo
tres años
con terraza de espuma,
y en tiempo de lluvia
la acequia que inunda.
Y otra vez
pasado el invierno
llegado el verano,
con aperos y enseres
saltando el escaño,
en cola de cometas
cargando baúles
soportando macetas.

¿De dónde vienes aventurero
oliendo a limpio y a sol?
De mis padres,
que en noche de dolor
siguiendo luceros
correteando lunas
partían con trebejos
en busca de amor.
Y yo siempre
en la ribera
con mi vergüenza
en flor,
apuraba la noche
y surcaba callejas
haciendo cabriolas
al naciente sol.

¿De dónde vienes
pirata de amor?
De romper corazones
de casas viejas
y urgir –¡con reclamos
y a gritos!-
las caracolas
de las casas nuevas.

Y otra vez
cargado de aromas
trenzando estrellas
sosteniendo cielos
soportando mundos.
Del boulevard
a Morelos
para subirme
en brazos de ciego
y partir a la luna
y parir en desvelos.

Y ya en Morelos
tumbarse en la sombra
recoger mis bártulos
y partir con la aurora.

¡Ya sé de dónde me viene
lo aventurero de amor
lo trashumante de caricias
lo pirata de dolor!



Rafael Eduardo, Miguel, Sara, Tita, Daniel,
Concepción y Rolando Ulises, por la ventura de una
vida plena.

No hay comentarios: